Laura Fernández, concejala de Izquierda Unida en Almansa, salía al paso de las declaraciones del administrador del Albergue Municipal de Animales, y sentenciaba que «para decir lo que ha dicho, ojalá hubiese seguido en silencio». Asegura la edil que, según sus declaraciones, «parece que todo el que ha ido al albergue es malo malísimo menos él».
La edil recuerda que las instalaciones recibieron varias inspecciones en las que se detectaron irregularidades, y tras una de ellas la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha procedió a paralizar la actividad. Como ya se denunciaba anteriormente, el informe de la inspección refleja que no se presentó la documentación en 2018 y 2019, que no hay luz artificial y por tanto no se puede trabajar al anochecer, o que había numerosos animales sin vacunar. «Entre las visitas de inspección el administrador de la empresa adjudicataria metió facturas por registro para ponerlas, lo que demuestra que efectivamente no estaban puestas como dice la ley», explica Fernández. «Esto también debe ser falta de papeleo como dice. Es una cuestión sanitaria, no de papeleo».
Según el informe de la inspección, en el Albergue Municipal de Animales no existía programa higiénico-sanitario, y no había registro de entrada y salida de animales. «Ni siquiera estaba colocada la placa que certifica el núcleo zoológico», continuaba la edil. «Tampoco había constancia de bajas o causas de muerte de animales, y todo esto no lo dice Izquierda Unida, lo recoge el inspector de la JCCM en su informe».
Por otra parte, una asociación alemana que visita las instalaciones también denunció la situación hablando de «enfermedades a la orden del día» o «animales sin vigilancia más de 20 horas». Lo hicieron a través de una carta registrada en el Ayuntamiento de Almansa y dirigida al alcalde Javier Sánchez Roselló. «¿También esta asociación tiene algo en contra del administrador del albergue?» se preguntan en IU, que cree que «ha intentado un lavado de cara». «Nosotros no le hemos acusado directamente de maltratar animales, sino que nos hemos hecho eco del resultado de la inspección». Recuerdan también que el actual administrador del albergue privatizado «se inventó tasas y ha estado cobrando unas tasas que no existen por recoger animales». «Además algunas asociaciones tenían las puertas cerradas para entrar al albergue».
«No tenemos inquina contra nadie, nos basamos en los hechos», asegura Laura Fernández, que afirma que, tras la carta de la asociación alemana advirtiendo al alcalde de la situación «no se solucionó nada como dicen en sus redes sociales». «De nuevo el equipo de gobierno no vigila a las empresas que gestionan los servicios privatizados». Izquierda Unida insiste en que «un servicio como este debe estar gestionado por asociaciones sin ánimo de lucro, por protectoras de animales».
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