Bajo la escusa del ahorro, el PP de Castilla-La Mancha, obediente al ordeno y mando de la Presidenta y Secretaria General, sacó adelante en solitario la reducción a la mitad del número de escaños, es decir, de los políticos elegidos por los ciudadanos, que no del gran número de políticos y cargos de confianza elegidos a dedo en su gobierno. De la horquilla impuesta, entre 25 y 35, el PP ha elegido la cifra de 33, la edad de Cristo (pudo surgir de la inspiración divina en alguna procesión) y los mismos escaños que tiene La Rioja. Las Cortes de Castilla-La Mancha son, con diferencia, las de menos representatividad y número de escaños de los 17 parlamentos regionales.
Tendremos los mismos escaños que La Rioja, que tiene 1.750.00 habitantes menos y una sola circunscripción electoral; mientras los riojanos eligen un escaño por cada 9.700 habitantes, en Castilla-La Mancha habrá un/a diputado/a por cada 63.500 habitantes (con el criterio Cospedaliano, La Rioja tendría un parlamento de 5 escaños, ¡eso sí que sería ahorro!).
El presupuesto general para 2014 que han aprobado y deben controlar los diputados de La Rioja es de 1.300 millones de euros, en Castilla-La Mancha es de 8.000 millones. Solo Andalucía, con 78.000 habitantes por escaño, supera a Castilla-La Mancha, que por tanto, tiene más habitantes por escaño que Madrid, Cataluña y Valencia. Con esos 33 escaños, las Cortes regionales tendrán 6 menos que Cantabria, 12 menos que Murcia y Asturias, 17 menos que Navarra, 26 menos que Baleares, 32 menos que Extremadura y 34 menos que Aragón, todas ellas CCAA con menos población, provincias y extensión que Castilla-La Mancha. Con algo más de población, se sitúa Canarias que tiene 27 escaños más, o el País Vasco con 42 escaños más.
El presupuesto general para 2014 que han aprobado y deben controlar los diputados de La Rioja es de 1.300 millones de euros, en Castilla-La Mancha es de 8.000 millones. Solo Andalucía, con 78.000 habitantes por escaño, supera a Castilla-La Mancha, que por tanto, tiene más habitantes por escaño que Madrid, Cataluña y Valencia. Con esos 33 escaños, las Cortes regionales tendrán 6 menos que Cantabria, 12 menos que Murcia y Asturias, 17 menos que Navarra, 26 menos que Baleares, 32 menos que Extremadura y 34 menos que Aragón, todas ellas CCAA con menos población, provincias y extensión que Castilla-La Mancha. Con algo más de población, se sitúa Canarias que tiene 27 escaños más, o el País Vasco con 42 escaños más.
Es la única ley electoral, ya sea de carácter municipal, autonómico o general, que establece, en condiciones normalizadas de participación, un mínimo de hecho superior al 10% de voto emitido para poder obtener un escaño, lo que podría posibilitar que una formación política obteniendo tan solo el 30% del voto emitido, a su vez tenga más del 50% de los diputados/as.
Y no sería todo lo malo o antidemocrático un número bajo de escaños a elegir, si su reparto fuera proporcional a los votos obtenidos por las diferentes formaciones políticas, pero es que tampoco se contempla esa posibilidad; una circunscripción única facilitaría, con menos escaños, más democracia, pluralidad, representatividad, igualdad y participación en la vida política, algo que viene reclamando la mayoría social desde hace tiempo y a lo que Cospedal hace oídos sordos.
¿Por qué tenemos que soportar unas normas de juego antidemocráticas que no soporta nadie en este País? El bipartidismo ha mantenido secuestradas las Cortes históricamente, modificando a su antojo las leyes electorales, reservándose el derecho de admisión, y ahora Cospedal, además de dejarnos sin identidad, sin futuro, sin trabajo, con unos servicios públicos en pleno desmantelamiento y con más de un 30% de la población en la pobreza, nos deja sin Democracia. ¿Por qué siempre nos toca a la gente de Castilla-La Mancha?
Pero no nos resignamos porque ha llegado la hora de ganar el futuro, el 21J Rodea las Cortes comienza la cuenta atrás. La confluencia de la izquierda alternativa hará posible, el año 2015, devolver las Cortes y el Gobierno al pueblo; está en el tejado del pueblo romper con este régimen, cada vez más corrompido y tramposo, para regenerar las instituciones y avanzar en democracia y participación ciudadana. La democracia de sainete de Cospedal, el capitalismo más inhumano que representan sus políticas y el bipartidismo que ha mantenido secuestrada la soberanía popular en esta región tienen fecha de caducidad. Es la hora de recuperar la democracia y la dignidad del pueblo.
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