Acto de Alexis Tsipras (SYRIZA) y Cayo Lara "Unidos/as contra la Troika"

Intervención de Cayo Lara (Coordinador General de IU) y de Alexis Tsipras (Lider de SYRIZA, Grecia) en el acto "Unidos/as contra la Troika" celebrado en la Casa de Ámerica de Madrd el 31 de mayo de 2012

  
 El presidente de la coalición de izquierdas griega Syriza, Alexis Tsipras, ha asegurado que “muy pronto” el PSOE tendrá que decidir si quiere trabajar para desbancar a las actuales políticas conservadoras en España y contribuir a una alternativa de izquierdas o si, por el contrario, seguirá situándose al lado de las políticas de derechas. Tsipras fue preguntado por los informadores durante la rueda de prensa conjunta en el Congreso con el coordinador federal de IU, Cayo Lara, si durante su jornada de trabajo de ayer había recomendado directamente al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ‘virase a la izquierda’ en sus políticas.
Ante ello, el dirigente griego ha analizado el papel que las formaciones socialdemócratas, como el PSOE en España, además de en el resto de Europa, e indicó éstas tiene que resolver “un dilema histórico” y elegir entre si “continúan en el camino de la derecha, mano a mano con ella, o si confrontan con el sistema y sus valores”. Alexis Tsipras puso también el ejemplo directo de su país y explicó que el PASOK, la formación socialista griega, “ha perdido todas las conexiones con las capas sociales que históricamente le apoyaban”. Inmediatamente después se ha referido a Izquierda Unida y a la importante subida en el respaldo de la sociedad que marcan las encuestas. “A nosotros –prosiguió-, cuando éramos un partido pequeño, siempre nos preguntaban si íbamos a apoyar un ejecutivo socialdemócrata, pero ahora el dilema ha cambiado y son los socialdemócratas lo que tienen que decidir si van a contribuir a un gobierno de izquierdas o van a seguir apoyando a la derecha. Creo que muy pronto ese dilema lo van a tener los socialdemócratas en España”. Tsipras, que durante estos dos días de visita de trabajo a España siempre se ha referido a IU como “partido hermano”, volvió a comparar el recorrido político que viven ambas formaciones y cómo hace un año, justo antes de los comicios en su país, Syriza subía en las encuestas igual que lo hace ahora la formación que coordina Cayo Lara. Analizó también que la socialdemocracia europea se enfrenta a “contradicciones muy grandes” debido a que durante cerca de dos décadas ha abandonado la izquierda para pasar al “campo político de la derecha”. A su juicio, el griego Georgios Papandreu, el portugués José Sócrates y el español José Luis Rodríguez Zapatero son, de hecho, las “figuras más trágicas de la socialdemocracia”. Tsipras argumentó también que ni él ni los dirigentes de Syriza quieren dar “consejos concretos” a IU sobre cómo repetir en España lo logrado por la formación griega. No obstante, puso todo el énfasis por su propia experiencia en que la “unidad de la izquierda” es un elemento fundamental para el triunfo. “Nunca entramos en una guerra civil entre la izquierda porque sabemos quiénes son nuestros adversarios”, recalcó. Tanto Alexis Tsipras como Cayo Lara denunciaron que la situación que vive hoy España es similar a la que tenía Grecia hace poco, escogida por la troika como “conejillo de indias” para imponer políticas neoliberales y atacar los salarios y derechos sociales como las prestaciones de desempleo o las pensiones. Ambos coincidieron también en que estas políticas neoliberales impuestas destruyen los derechos sociales y laborales pese a que la troika promete “en lo que es una gran mentira” que al final se verán resultados positivos. “A Cayo y a mí nos dicen los mismos cuentos. Que somos los haraganes del sur, que nuestros trabajadores han vivido por encima de sus posibilidades y cosas así”, dijo. Frente a ello, recetó “unir fuerzas en lo que debe ser una rebeldía pacífica contra la pesadilla” que se vive en Europa y que “ha destruido una generación de europeos”. Alexis Tsipras indicó que este proyecto no debe limitarse a denunciar las políticas neoliberales sino que tiene que acompañarse de un programa de “cambios reales”. No se pide el voto para “que el pueblo aplauda” sus análisis, sino para que la gente esté con ellos “en el combate”. Esta es la fórmula con la que alcanzaron el 40% de los votos de los menores de 40 años, porque utilizan un “vocabulario nuevo” para conectar con ese colectivo. No le importó hacer también autocrítica cuando reconoció que tuvieron un respaldo mucho menor entre los mayores de 65 años. Esto provocó el chiste que corrió en su país que señalaba que para ganar las elecciones Syriza tenía que ‘encerrar en casa a los abuelos’. "No, no hay que encerrarles, hay que convencerles”, dijo..