COMUNICADO
DE
PRENSA
Amansa a 15 de septiembre de 2010
La Asamblea local de Izquierda Unida en Almansa pide a toda la población que el próximo 29 de septiembre la huelga general sea un paro cívico, con amplio apoyo del conjunto de la ciudadanía, que complemente los paros en los centros de trabajo.
En la Huelga General tenemos que participar todos los sectores de la sociedad, no solo los sindicatos y partidos políticos, también las organizaciones sociales como son las asociaciones de vecinos, organizaciones de juventud, organizaciones de comerciante y autónomos, ecologistas, pensionistas, amas de casa, consumidores, etc..
Hay que apoyar la Huelga General con acciones complementarias de solidaridad expresa con los trabajadores y los pequeños comerciantes y empresarios que sigan la Huelga.
Recordamos a todos los ciudadanos que esta Huelga General es una protesta por la actual política neoliberal del Gobierno basada en:
- una reforma laboral injusta.
- una modificación del sistema público de pensiones innecesario.
- unas medidas de ajuste presupuestario que recortan el gasto social, deterioran los servicios públicos y minimizan la inversión pública creadora de empleo.
- una reforma de la Ley de Cajas que entrega al capital financiero privado la gestión del 50% del crédito y el ahorro del país.
que asegura los intereses del capital financiero y las grandes multinacionales, haciendo que la crisis la paguemos todos los ciudadanos no siendo responsables de ella: los trabajadores, los pensionistas, los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes, los pequeños empresarios y los autónomos; no quienes la han provocado, los mercados y las entidades de crédito.
Este tipo de protesta es eficaz y recordamos que todas las Huelgas Generales que fueron contundentes provocaron la rectificación total o parcial de los Gobiernos. La última realizada contra el Gobierno de Aznar en 2002, obligó al Ejecutivo a modificar una norma que rebajaba la protección a los parados y eliminaba los salarios de tramitación y, la más contundente, la del 14-D en el 88 obligó al Gobierno de Felipe González a modificar la reforma de la contratación y elevar el gasto social.
En otros países europeos como Francia y Grecia, por ejemplo, también están convocando Huelgas Generales para luchar contra las medidas neoliberales de los Gobiernos respectivos.
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