El coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, aseguró ayer 17 de junio en el auditorio municipal de Yecla que:
El decreto de reforma laboral que aprobó el Consejo de Ministros es el decreto de la vergüenza, un atentado sin precedentes a los derechos de los trabajadores y trabajadoras de este país.
José Luis Rodríguez Zapatero viola su propio compromiso electoral y traiciona a los once millones de electores que le llevaron a La Moncloa, porque en plena campaña de las elecciones europeas, el 16 de mayo de 2009 dijo: "Mientras haya una mayoría socialista en el Parlamento de España y en el Parlamento Europeo que no aspiren y que no sueñen con recortes sociales y recortes de los derechos de los trabajadores, bajo ningún concepto. ¡No va a pasar!".
Ahora traiciona esta línea de declaraciones que ha seguido a lo largo del tiempo y recorta derechos de los trabajadores, abarata el despido, ataca la negociación colectiva y no va a crear más empleo.
Vamos a apoyar la huelga general convocada por los sindicatos para el 29 de septiembre porque la situación va mucho más allá de una huelga frente al recorte de derechos de los trabajadores, se está produciendo el mayor ataque al Estado del bienestar conocido en democracia y está ya en la cartera el pensionazo en España e incluso se está hablando ya demasiado del copago. IU estará siempre en contra de los tijeretazos, porque reducir el déficit no pasa por reducir los derechos de los trabajadores, sino por conseguir más ingresos para las arcas públicas, por ejemplo luchando contra el inmenso fraude fiscal o haciendo una reforma fiscal progresiva.
Lo que hace falta no es una reforma laboral, sino una reforma empresarial y hay un ataque sistemático a la democracia, porque es un insulto que un presidente del Gobierno sea el recadero de los mercados. El Gobierno no puede ser representante de los mercados y no de los trabajadores.
Hay una ofensiva tremenda contra los sindicatos por parte de la derecha política y económica, para doblar el brazo al único recurso de los trabajadores para defenderse, y el PP, por otro lado, esta instalado en la demagogia y el oportunismo político, sin un programa para España.
La fecha del 29 de septiembre para la huelga general coincide con otras movilizaciones europeas por ser éste un ataque a toda la UE, y agregó que eso es lo que ha llevado a los sindicatos a elegir ese día, además hace falta tiempo para hacer mucha pedagogía para llevar a la conciencia de la gente la idea de que por este camino no se va a ninguna parte. Hay que hacer una campaña muy fuerte de pedagogía con la clase trabajadora y la gente para explicar las razones profundas de esa huelga general y patearse las empresas, y todo el tejido asociativo, para explicar los motivos de esta convocatoria. Porque una huelga general hay que hacerla, pero también hay que ganarla, y va a calar en la opinión pública, aunque va a haber una ofensiva contra la huelga y contra los sindicatos.
Cuando llegue su momento, y pida el voto a los ciudadanos y ciudadanas de este país, habrá que decirle a Zapatero que se vaya a pedirle el voto a los mercados, que son los que le están marcando la política que tiene que hacer y a los que está beneficiando con esta política económica.
El decretazo es un recorte severo de derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras; en el hay una pérdida de protección sindical del despido, un nítido abaratamiento del despido y un ataque a la negociación colectiva con la incorporación de cláusulas de descuelgue de los convenios colectivos.
Esta reforma laboral no va a resolver los problemas de la crisis, y además, no va a crear empleo, porque el empleo no se crea con reformas laborales, el empleo se crea con otras políticas diferentes a las que está ejecutando el gobierno de Rodríguez Zapatero. En todo caso, lo que en España está haciendo falta es una reforma empresarial, y razones más que suficientes hay para decirlo y hacerlo.
Además hay que añadir el debilitamiento de lo público que se ha llevado a cabo en los últimos años y que ha calado, incluso, en las mentes de muchos trabajadores de la función pública. Estamos asistiendo a un ataque durísimo al estado del bienestar; es decir, el poder financiero, los responsables del desastre, consideran que la crisis que han generado ellos, la tenemos que pagar la mayoría de ciudadanos y ciudadanas. Esto es lo que explica el ataque a lo público; de ahí el tijeretazo, de ahí la reforma laboral, de ahí vendrá el pensionazo, y esto es lo que hay que decir a la gente. No es posible que los gobiernos estén de rodillas delante de los poderes financieros. Lo público es una tajada que quieren para sí los bancos, gestionar ellos las pensiones sería el negocio del siglo.
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